
No dudo ni un tantito que el “ Si yo hubiera....” es la pregunta que todos nos hacemos mil veces en la vida. Si yo hubiera tomado la quinta avenida, quizá no se hubiera ponchado la llanta del auto; si yo hubiera despertado más temprano, no habría perdido el vuelo; si yo hubiera tenido el cabello ondulado, quizá me sería más fácil peinarme; si yo hubiera tomado el agua sin hielo y me hubiera abrigado, quizá no hubiera enfermado y podría haber asistido al concierto; si yo hubiera, si yo hubiera, si yo hubiera.... desde pequeños detalles, hasta decisiones importantes en nuestra vida, como el casarse, el divorciarse, el tener hijos, el estudiar fuera, el ser madre soltera, el cambiar de residencia, de repente los si yo hubiera, ataladran nuestra mente, pero que más da, los hubiera no existen, la realidad es marcada y trazada por un “yo hice, yo hago”. La vida es un juego constante en donde nadie tiene las cartas marcadas, y cada jugada es la mejor decisión en cuanto al panorama y circunstancias de ese momento, así que no queda de otra que apostar, apostar que nuestro siguiente movimiento de carta, al igual que los anteriores será el mejor de acuerdo a nuestra partida, mi padre bien me lo decía, en la vida hay quienes nunca han perdido, pero nunca han jugado, así que en la vida se pierde o se gana, pero lo importante es jugar, es apostar.